El descubrimiento del cuerpo de la niña Willenni Lorenzo Herrera es una noticia profundamente triste y desgarradora. La niña había sido reportada como desaparecida desde el 20 de julio, y después de horas de incertidumbre, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que el cuerpo hallado en el Proyecto Canaán pertenece a la pequeña de 11 años.
Aunque el cuerpo de la niña fue encontrado en un estado avanzado de descomposición, sus familiares pudieron identificarla a través de fotografías de su dentadura y un accesorio que llevaba. A pesar de que el cuerpo no presentaba mutilaciones, la noticia ha causado conmoción en la sociedad dominicana, especialmente en el vecindario donde residía la víctima.
El principal sospechoso en la muerte de la niña es Juan Alberto Sánchez Nival, conocido como «Bruly», quien era un vecino y alguien en quien la familia confiaba. En la actualidad, se encuentra bajo prisión preventiva durante tres meses como medida coercitiva debido a la violación sexual de otra menor, prima de la fallecida.
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Este acontecimiento ha provocado indignación y dolor en la comunidad, y los familiares de la víctima han expresado su tristeza y rabia por lo sucedido. La abuela de la niña, Dolores Marte, compartió que depositaban confianza en el sospechoso como si fuera parte de la familia, y nunca habían imaginado que pudiera cometer un acto tan horrendo.
La niña fue sepultada de inmediato en un cementerio en Cambita, provincia de San Cristóbal, su lugar de origen. Las autoridades han tomado medidas para proteger a los familiares del sospechoso y prevenir posibles represalias por parte de la comunidad afectada por esta tragedia.
Esperamos que se haga justicia y que todos los detalles de este doloroso caso sean aclarados, brindando a la familia de Willenni la paz y el consuelo que tanto necesitan en estos momentos tan difíciles.
